miércoles, 13 de noviembre de 2013

Confianza en la red. Parte 2

Otro tipo de confianza en la Red es la que se produce entre el internauta y sus proveedores de contenidos. El gran éxito de Google se encuentra en que somos muchos los que consideramos que los resultados de este buscador satisfacen nuestras necesidades. Confiamos en Google a la hora de buscar la información.

Cuando Bing jugó a ser Google

Un episodio bien conocido, que ilustra la desconfianza y la competencia feroz del mundo en el que vivimos, es el caso de plagio entre buscadores. Esto es lo que ocurrió con Bing, un buscador llamado a ser la competencia directa de Google, la alternativa plausible a su dominio hegemónico. Su constitución en el año 2009 fue el resultado de la unión de dos buscadores, Live Search de Microsoft y Yahoo Search, que tomaron como propio, el dicho de que la unión hace la fuerza. El contexto en el que esto sucedía era preocupante, puesto que en términos de cuota de usuarios (consultado en StatCounter), Google aglutinaba el 90% del total, frente al 4,35% de Yahoo y el 3,31% del recién creado Bing. Si bien el dominio de Google nunca se vió amenazado, si se observó un cambio de tendencia durante su primer año de vida, Bing comenzó a incrementar el número de usuarios alcanzando la segunda posición en el ranking de los principales buscadores de la Web. ¿A qué fue debido este cambio? Un artículo esclarecedor de este hecho fue publicado en 2010 por Miguel Ángel López Trujillo, experto reconocido en la cultura del emprendimiento y la comunicación, en el que valoraba muy positivamente el buscador Bing, llegando a citar “inconscientemente” el quid de la cuestión:
<< Los resultados de sus búsquedas [refiriéndose a Bing] son igual de valiosos que los de Google, o al menos en la “milla de oro” de los primeros 10 resultados >>
Es muy posible que decenas de miles de usuarios, empezaran a darse cuenta de que los resultados que proporcionaban ambos buscadores eran muy similares, incluso llegando a parecer mejor ordenados en Bing. La posibilidad de que Bing hubiera acortado en tan reducido lapso de tiempo la brecha tecnológica con Google supuso una pequeña victoria que poco tiempo después se tornaría en una decepción, o como los más modernos lo denominan un “bluff” o fanfarronada tecnológica, realmente original y astuta. De hecho no sólo los resultados de Bing eran igual de valiosos que los de Google, sino que en realidad Bing copiaba los resultados de Google, mejorando posteriormente su ordenación. De esta manera resultaba menos evidente. Este método fue desvelado por Google después de realizar diversas investigaciones al comprobar que  cualquier cambio realizado en sus algoritmos, era reproducido con un altísimo grado de coincidencia en Bing. Sin duda alguna, de no haberlo averiguado, Bing sería el sueño dorado de cualquier empresario, ya que los avances tecnológicos de la competencia eran automáticamente replicados sin tocar una sola tecla. Se estima que la barra libre duró sólo hasta febrero del año 2011, momento en el que Google presentó quejas formales acusando a Bing de copiar indiscriminadamente sus resultados. Como es lógico el mazazo para Bing fue considerable, puesto que el 1% de usuarios que había logrado ganar, lo perdió rápidamente y no volvió a recuperarlo hasta el mes de septiembre de 2013. La desconfianza que generó la publicación de las pruebas del plagio hizo ver a muchos usuarios que la fuente de información principal seguía siendo Google, al margen de otras alternativas, que como mínimo necesitaban replicar, copiar o tomar prestado los datos y contenidos para poder ser competitivos.

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